Los consejos que ayudaron a Bill Gates


El fundador de Microsoft y su padre hablan sobre sus experiencias a través de los años; al compartir el liderazgo de la Fundación Bill y Melinda Gates ponen a prueba su buena relación.

por Andy Serwer

CNNExpansión.com — La relación padre-hijo es única. El hombre que hizo una de las mayores fortunas en la historia y ahora ejerce su segunda carrera como filántropo, tiene a su padre trabajando para él como copresidente de la organización de caridad más grande del mundo (la Fundación Bill & Melinda Gates, de 27,500 millones de dólares).

En realidad ésta es la segunda gran aparición de estos dos hombres: Bill Gates, de 53 años, se retiró del trabajo diario en Microsoft el pasado junio, y su padre, el Sr. Bill Gates, de 83, se retiró de la prominente firma de abogados de Seattle, Preston Gates & Ellis (ahora conocida como K&L Gates), en 1998. Hoy en día ambos se dan consejos, pero por muchos años, por supuesto, el padre fue indispensable para su hijo.

Recientemente me reuní con ellos es una escena cariñosa con la afamada suite Leonard Bernstein, en el hotel Crillon de París, en la Plaza de la Concordia, para preguntarles cuáles eran los mejores consejos que habían obtenido uno del otro.

Bill, quiero preguntarte cuál es el mejor consejo que te ha dado tu padre.

Bill Gates: mis papás me dieron muchos ánimos de niño para que hiciera cosas en las que no era bueno, para que practicara muchos deportes como natación, fútbol, y no sabía por qué. Cuando pensé que no tenía sentido, terminé exponiéndome a situaciones de liderazgo y eso me mostró que no era bueno para muchas cosas, en vez de quedarme haciendo sólo las cosas que me hacían sentir cómodo. Fue genial y ahora aprecio muchas de esas actividades. Tuvieron que mantener su postura porque yo me rendía mucho, pero fue un magnífico consejo.

Sr. Gates, ¿se acuerda de alguno de estos consejos en particular, o sus consejos sólo eran parte de la paternidad?

Sr. Gates: Creo que de una u otra forma su madre y yo fuimos muy explícitos en cuanto a esto, pero más que nada fue instinto. Creíamos de verdad que él tenía que salir a jugar a la calle y también pensamos que sería bueno que lo disfrutara, y al parecer fue un buen consejo.

B.G.: Aunque no era muy bueno.

Sr. B.G: No eras tan malo.

Hacen que suene sencillo, pero todos nosotros que somos padres sabemos que criar una familia no siempre es así. En su nuevo libro menciona cenas los domingos en la noche y usar la misma pijama. ¿Eso realmente sirve?

Sr. B.G: Pues, por lo que mi experiencia dice, claro que sí.

¿Qué piensas, Bill?

B.G.: Creo que las tradiciones familiares de reunirse y hablar de sus planes, irse de viaje juntos, compartir, todo eso hace una gran diferencia. Aprendimos de nuestros padres lo que están intentando lograr, ya sea United Way o una actividad de voluntariado o el negocio del mundo. Me siento bien armado porque mis padres me enseñaron a compartir mis pensamientos.

Pero, las cosas no siempre fueron así entre ustedes dos, me imagino que como todos los padres e hijos, tuvieron momentos difíciles.

B.G.: Es verdad, no creo que haya sido fácil criarme. Era muy enérgico y terco. En un punto, durante mi último año de la preparatoria, me ofrecieron un trabajo y si lo tomaba tendría que haber dejado la escuela, y me sorprendió que mi papá, después de una reunión con el director, dijo, "Sí, es algo que puedes hacer". La parte difícil fue antes de eso, cuando todavía me esforzaba por probarles cosas a mis padres. Me hicieron ir a hablar con un profesional que me explicó que nada bueno salía de pelear con mis padres y que ellos estaban de mi lado. Eso fue increíble, yo sólo tenía doce o trece años, y desde ahí todo mejoró.

Muchas veces los niños de doce y trece años creen que sus padres son el enemigo, y aún así pudiste tomar sus consejos y creaste una relación más estrecha con ellos, ¿cierto?

B.G.: Es cierto. Cuando empecé Microsoft iba los domingos a mi casa y comentábamos, sólo hablábamos de las cosas más complicadas. Recuerdo que cuando lanzamos la compañía pensé que habría muchas complicaciones y hablamos de cómo evitarlas.

Había mucha camaradería, sobre todo porque estábamos en un nivel entusiasta, y ellos me animaban aunque el negocio aún fuera algo misterioso en varios aspectos. La escala de la oportunidad iba más allá de lo que se esperaba.

Ustedes tienen una increíble relación laboral y obviamente también familiar. ¿Cuál creen que sea el secreto?

Sr. B.G: Uno de los mejores consejos que tuve se relaciona con tu pregunta, y ese es el secreto de llevarte bien e impulsar las cosas que hacen tus hijos. La madre de Bill y yo íbamos a capacitaciones de entrenamiento parental en la iglesia a la que íbamos, y la idea principal, muy centrada y significativa, es que nunca debes menospreciar a tus hijos. Cuando piensas en esto y las repercusiones positivas en la relación, es realmente bueno. Soy un gran admirador de mi hijo, creo que es un gran ciudadano y un gran empresario y creo que hicimos un buen trabajo.

B.G.: Creo que es porque definimos bien los roles. Yo soy un poco mandón y mi padre es la voz de la sabiduría. Si tenemos una reunión, si estamos hablando de nuestra agenda o de costos, él siempre hace un comentario que pone a la gente a pensar. Nos hace recuperar la perspectiva. La fundación exige todo nuestro tiempo, y después de las juntas, la gente se levanta y le aplaude porque sus comentarios realmente hacen una gran diferencia. Para crear una fundación familiar, hay que saber ser fuertes y mantener los valores, y por eso le agradezco a mi padre.

Tal vez su hijo nunca tomó sus consejos, por ejemplo, cuando le dijo que iba a salirse de Harvard, ¿qué le dijo?

Sr. B.G: La primera vez, cuando dijo que se saldría pero sólo por un tiempo, pensamos que estaba bien, que iba a regresar, pero después dijo que quería ir a Albuquerque, donde estaba la compañía para poder trabajar más, nos preocupó mucho. La compañía era muy demandante; Paul Allen estaba ahí y Bill quería ayudarle.

Bill, quiero preguntarte de otro de tus mentores. ¿Cuál es el mejor consejo que recibiste de Warren Buffett?

B.G.: Warren me ha dado muchos consejos. Uno de los más importantes es cómo mantener simples las cosas: si ves este calendario, es muy simple. Él sabe las cosas más fundamentales de cualquier negocio que nos interese, es muy predecible y va a seguir trabajando mucho tiempo. Él sólo trabaja en las cosas que realmente importan para mantenerse en lo más básico, y es increíble que lo haga, es una forma especial de genialidad.

Si se te junta mucho trabajo, ¿te pones a pensar en qué haría Warren?

B.G.: Claro, creo que Warren es bueno con todos, ¿cómo le hace para decir que no de una forma tan linda? Él rechaza muchas cosas y aún así la gente se siente muy bien con sus decisiones. La gente lo escucha y saben lo que quiere decir, así que me pregunto cómo diría él las cosas.

En una junta anual alguien preguntó si había que vender las acciones que iban subiendo y mantener las que no, y él dijo: "tienes que ver el valor del negocio". Después, Charlie Munger dijo: "Te está diciendo que estás mal". En realidad sí dijo eso, pero nunca usó un tono de: "A ver, menso...".

Y, ¿cuándo estabas creciendo, hubo momentos en la preparatoria o en Harvard que recibiste un gran consejo?

B.G.: Mis padres me enviaron a una gran preparatoria, era privada. Muchos de los maestros ahí me alentaban mucho en matemáticas o en ciencias y me daban los libros que les gustaban para que yo los leyera. Toda la experiencia con las computadoras ocurrió porque Lakeside miraba mucho hacia el futuro, eran muy buenos, y cuando a los maestros se les complicaba, dejaban que los alumnos tomaran las riendas. Empezamos a usar las computadoras cuando nos saltábamos alguna clase, sobre todo un amigo y yo.

Era cómodo, ¿sabes?, hubo algunos maestros a los que les agradezco mucho, sólo te dejan ir y soñar con lo que queremos.

¿Te acuerdas de sus nombres?

B.G.: Sí, Fred Wright era la persona que dirigía el departamento, y creo que la mayor parte del crédito la tiene él. Mi maestro de física, Gary Maestretti, me dio mucho apoyo. Incluso en octavo grado, me iba bien en los exámenes nacionales, Paul Stocklim fue muy importante con tan solo decirme: "Deberías tener más confianza, eres bueno". Con este tipo de motivación yo me emocionaba con toda la información nueva que me lanzaban porque veían que me interesaba.

Sr. Gates, ¿por qué decidió escribir este libro? Aquí hay muchos consejos y conocimiento, y obviamente usted quiere compartirlo, ¿qué lo motivó a hacer esto?

Sr. B.G: Empecé a escribir mis memorias, y más que nada, mi colega en esta labor, Mary Ann Mackin, cuyo nombre está en la portada, me motivó a que pensara en hacer un libro más que un texto para mi familia y mis amigos. Lo dudé, pero ella insistió y finalmente lo hicimos. Y me da gusto haberlo hecho, es muy divertido ver cómo funcionan los negocios y estoy encantado con el libro.

¿Le sorprende que haya conocido a los colegas y amigos de su hijo y ahora usted trabaje con ellos? ¿Se imaginó que esto pasaría?

Sr. B.G: No, uno no espera que este tipo de cosas pasen, y las describiste bien. Es una sorpresa, jamás lo hubiera predicho, cómo iba a funcionar mi vida.

¿Qué amigos o colegas de su hijo contribuyeron en su proceso de aprendizaje?

Sr. B.G: Varios de ellos. Por supuesto que sus dos asociados clave, Paul Allen y Steve Ballmer entran en la categoría. Son muy brillantes, inspiradores y concientes.

B.G.: Yo creo que Patty Stonesifer también.

Sr. B.G: Sí.

B.G.: Patty, junto con mi papá, creó la fundación, todo el enfoque, el valor, la integridad y la humildad. Junto con Patty, mi padre pensó en muchas cosas para que cuando yo tuviera tiempo se convirtiera en un proyecto interesante. Y ha sido un gran regalo, ya no es un proyecto, estamos involucrados con gente increíble, y los valores de mi padre han tallado la dirección en la que se dirige.

Sr. B.G: Otra persona que tiene que estar en esa lista es Melinda Gates, quien es más que una nuera, es una amiga y trae sabiduría todo el tiempo.

Bill, a medida que pasas de Microsoft a la fundación, de las ciencias de la computación a la ciencias naturales y más allá, ¿has recibido consejos y aprendido nuevas cosas de este nuevo grupo de gente con el que estás trabajando?

B.G.: Sí, es un mundo diferente y quieres asegurarte de estar aportando cosas buenas para el ambiente laboral y a la ingeniería, en la que estuve casi toda mi vida, y tengo que abandonar algunas cosas que aquí no va a funcionar.

¿Y qué me dices de los consejos y las lecciones que aprendiste mientras crecía Microsoft, como de Andy Grove o la gente de IBM?

B.G.: Aprendimos mucho de control de calidad, sobre todo del IBM Japón. Nuestros clientes japoneses eran muy exigentes en cuanto a control y precisión, lo cual fue fantástico porque hicimos muchos negocios cuando empezábamos. Intel, pues crecimos juntos; Andy a veces era amigable y daba buenos consejos, a veces era muy severo, pero fue de mucha ayuda. Es decir, es brillante, nos ayudo a pensar en nuevas formas. Apple es un competidor, pero cuando había que hacer Macintosh masivo, Microsoft fue el socio clave que tenía todo el software temprano. Esa fue una curva de aprendizaje muy interesante. Trabajar con Steve Jobs es emocionante y un poco impredecible, pero era brillante y nos inspiraba de muchas formas.

¿Aprendiste algo en particular de Steve Jobs al pasar los años?

B.G.: Pues, a Steve le emocionan mucho algunas cosas, ya sabes, creo que el fanatismo está subvalorado: a mi me encanta poner en marcha grupos de ingeniería y cuidar su calidad, a Steve le encanta la experiencia del usuario y el diseño, y es una gran diferencia para Apple, él dice que ahora todo está en orden, no es sólo un comité con una lista de pendientes sino toda una visión holística. Es una perspicacia profunda.

¿Ustedes festejan el día del padre? ¿Qué hacen para celebrar el día?

Sr. B.G: Celebramos cumpleaños y esas cosas con frecuencia, pero para el día del padre, tal vez hemos ido a cenar una que otra vez.

B.G.: Sí, siempre hablamos por teléfono el día del padre.

Sr. B.G: Sí, eso hacemos.

B.G.: Nuestros rituales van más en torno al día de gracias, cumpleaños, cuatro de julio, navidad, pero es una buena oportunidad para llamar a mi papá y decirle que es un padre increíble y un gran ejemplo.

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