Cómo hallar empleo en un campo distinto

Cambiar a una nueva industria a la mitad de tu carrera puede ser una decisión obligada en la crisis; evita los errores que comete la mayoría de los frustrados solicitantes que desean cambiar de área.

por Anne Fisher

CNNExpansión — Amigos, he aquí una cosa de la que todos nos hemos dado cuenta a estas alturas: Ésta no es una recesión ordinaria. Durante una de esas -que de hecho ocurrió en los Estados Unidos tan sólo el otoño pasado- las personas despedidas por una compañía podían abandonarla sin rodeos y ser contratadas por un competidor más próspero.

Ahora, sin embargo, industrias enteras (banca, automotriz, construcción, comercio, periódicos, la lista continúa...) se encogen con rapidez, lo que pone a un mayor número de candidatos calificados a competir por un menor número de vacantes. Al mismo tiempo, miles de estadounidenses dejan el servicio militar activo cada mes. Todo eso supone un enorme número de solicitantes que buscan empleo en negocios que les son poco familiares -lo que para muchos veteranos equivale a cualquier empresa civil.

Para la gente que procede de industrias que han sido reducidas a montones humeantes de escombros, ésta es una oportunidad -aunque tal vez dolorosamente involuntaria- para comenzar de nuevo. Y eso no siempre es algo malo. De acuerdo con una encuesta reciente de la firma de contratación Adecco USA, más de la mitad (54%) de los profesionistas escogeríamos un camino diferente si comenzáramos de nuevo con el conocimiento que tenemos hoy. Entonces, no es de sorprenderse que legiones de desempleados aprovechen la oportunidad para explorar nuevas opciones y pensar con creatividad acerca de hacia dónde se dirigen.

Sólo hay un pequeño problema: La mayoría de las personas son muy malas para explicar porqué alguien debería contratarlas cuando no tienen experiencia en el campo al que intentan entrar. Y eso, es prácticamente una garantía de que no serán contratadas. "Con frecuencia, quienes buscan empleo parecen no entender lo importante que es esto", observa la Doctora en Educación Katharine Brooks, jefa de servicios de orientación en el área de humanidades de la Universidad de Texas, en Austin. "Pero con tanta gente experimentada buscando empleo, es responsabilidad de quien intenta cambiar de campo o industria, explicar palabra por palabra porqué sería la persona adecuada para el puesto. No esperes que el empleador lo descubra. Ese es tu trabajo".

Brooks habla por experiencia propia. Ella contrata con frecuencia a empleados para el centro de capacitación, y se ve inundada de curriculums de gente cuyas experiencias varían mucho: "Tuve un candidato que venía de la milicia, quien enfatizó que era un francotirador experto". No es una habilidad muy necesaria en el mundo civil, pero no se rían. Ex banqueros, antiguos ejecutivos de recursos humanos, y gerentes desplazados de todos los ramos cometen errores similares. "La mayoría de los curriculums están cargados de eslóganes vagos que no le dicen nada a un empleador", dice Brooks. "Si veo un curriculum o una carta de presentación más de alguien que asegura tener ‘excelente capacidad de comunicación', voy a gritar".

He aquí cómo evitar los cuatro errores más grandes que cometen quienes buscan un cambio de carrera:

1) Investiga a cada posible empleador tan minuciosamente como puedas. Estudia el sitio de la empresa, lee sobre ella en línea y examina los últimos reportes anuales para sus accionistas. Entre más sepas acerca de la compañía, su industria, su competencia y su cultura, más podrás personalizar tu curriculum y carta de presentación para enfocarte a lo que dicha compañía busca. Y sí, aunque te tome más tiempo y esfuerzo que tan sólo enviar un correo electrónico masivo con el mismo curriculum y carta de presentación para todo el mundo, es importante que los adaptes al lugar en el que solicitas empleo.

"Enviar 50 o 500 curriculums y cartas de presentación iguales -el modelo de ‘inserte aquí el nombre de la compañía'- no funciona", dice Brooks. "Daría igual que los pusieras en el triturador de papel".

2) Describe con precisión cómo es relevante tu experiencia previa para el trabajo que esperas obtener. Por ejemplo, dice Brooks, los candidatos ex militares tienden a subrayar sus acreditaciones de seguridad de alto nivel. "Está muy bien ¿pero por qué debería de importarme?", añade. "La manera de presentarle eso a un empleador civil es señalar que se te confiaba el acceso a información delicada y confidencial, y hacer notar que comprendes que nuestros registros de estudiantes -así como todos los tipos de información en cualquier parte del mundo civil, desde los registros médicos hasta los sistemas de seguridad para computadoras- requieren ese tipo de confiabilidad. Ahora veo cómo tus acreditaciones de seguridad encajan con mi vacante".

Claro, el mismo principio aplica para los civiles que cambian de profesión. "En casi cualquier empleo trabajarás con una población específica, que en nuestro caso es de estudiantes universitarios y reclutadores corporativos, pero en cualquier otro lugar podría ser, digamos, de representantes de servicio al cliente y agentes de ventas", dice Brooks. "No sólo afirmes que sabes ‘trabajar en equipo' -todo el mundo lo hace. En vez de eso, explica palabra por palabra por qué crees que tu experiencia te prepara para trabajar con esos grupos en particular". Incluye las actividades voluntarias que puedan ser relevantes para el proyecto. Dirigir con éxito la venta anual de galletas del grupo Scout de tu hija podría, en algunas vacantes, ser una experiencia más valiosa de lo que crees.

3) Ten conciencia de los estereotipos acerca de tu campo laboral actual (o anterior), para que puedas manejarlos. Los gerentes de recursos humanos, por ejemplo, son concebidos por otros profesionistas como simples burócratas. Para superar esa imagen, Brooks sugiere subrayar logros que hayan hecho una diferencia real, tales como cuando desarrollaste y dirigiste un nuevo programa de entrenamiento o actualizaste las prácticas de contratación de un antiguo empleador. Brooks dice, "Profundiza en la experiencia laboral que tienes hasta ahora y conéctala con lo que harías si te contrataran". Éste puede ser un ejercicio valioso, ya que tú mismo podrías identificar habilidades que habías olvidado que tenías.

4) Lee cuidadosamente tu curriculum y carta de presentación -o pídele a algún amigo de confianza que lo haga- antes de enviarlos. Suena obvio, pero Brooks ha visto docenas de errores deslumbrantes, tales como "aplicar para un trabajo en Austin, Texas, a pesar de haber afirmado en la carta de presentación que deseas regresar al gran estado de Louisiana". ¡Ay! Está de más decir que la carta y el curriculum que la acompañaba fueron sin más al archivo circular. Vale la pena que inviertas algunos minutos extra de revisión para asegurarte de que lo mismo no les suceda a tus documentos.

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