Las PC, ¿avanzarán al siguiente nivel?
CNNExpansión.com - La comunicación entre computadoras y usuarios tiene su origen en descubrimientos hechos en la década de los 70, como el mouse de computadora (patentado por Douglas Engelbar) y la interfase gráfica de ventanas (creada en el Xerox Palo Alto Research Center). La llegada de nuevos dispositivos y procesadores que permiten la creación de ambientes digitales ricos en gráficos abre la puerta a nuevas formas de comunicarnos con la tecnología.
Autor de libros como El lenguaje de los nuevos medios, Lev Manovich, también abre aguas en nuevas disciplinas, como la de la infoestética, en la que propone estudiar la forma en que la cultura moderna responde al reto de administrar, archivar y distribuir una cantidad creciente de datos.
Según el académico ruso, el hombre crea habilidades para controlar las nuevas sensibilidades estéticas, formas y estrategias de comunicación que surgen con los nuevos medios.
Desde el ciberespacio, reino de pura información, la cascada de datos llega a invadir el mundo material y lo plasma según categorías inéditas. Cada objeto puede transformarse en virtual, hospedar una pantalla y luego abrir potencialmente una ventana sobre un panorama de datos. Un ejemplo son las media skin, fachadas o superficies enteras de edificios que alojan videos, en algunos casos visualizaciones de flujos informativos en cambio perenne.
Académico en el Departamento de Artes Visuales de la Universidad de California, en San Diego, Manovich ha trabajado el arte de armonizar datos y visualización. Ahora habla con Expansión sobre la forma en la que nos comunicaremos con las computadoras en el futuro.
¿Cómo hacer una interfase eficiente?
Creo que existen dos tendencias en el diseño de interfases de computadora (programas, sistemas operativos) hasta cierto punto, contradictorios. Por un lado, la tendencia de agregar elementos gráficos, animaciones para crear una experiencia de uso integral y compleja. Por otro, tenemos la tendencia de crear interfases sencillas que permitan ver fácilmente grandes cantidades de información, pongamos el ejemplo, de la interfase de Google.
Pero ¿por qué preocuparnos estéticamente por la forma visual en la que se nos presenta la información?
Lo que ocurre es que la tecnología se ha estetizado, piensa en la iMac (lanzada al mercado en 1998), nadie se imaginaba que las computadoras podían ser traslúcidas o de colores como el rosa. Piensa en el sistema operativo Mac OS X, en los teléfonos móviles, que dejaron de ser aparatos de trabajo para convertirse en elementos personales. La tecnología se ha movido de su función original utilitaria para convertirse en un elemento que denote estados de ánimo e, incluso, statements sobre la personalidad de quien las usa.
¿Nos movemos a un modelo donde la información se verá más bonita?
Lo que ocurre es que la presentación de la información se vuelve cada vez más importante. Pienso mucho en el iPhone, cuyo sistema operativo en lugar de recurrir a los menús emplea íconos que se mueven. Creo que esta preocupación por estetizar la información nace tanto de los consumidores como de los productores.
¿Por qué?
En 1990 inició un proceso de abaratamiento de costos de tecnología de uso personal y de homologación de los productos debido al uso de estándares comunes, por lo que la innovación comenzó a enfocarse en el diseño de los productos, en el branding. El diseño comenzó a aparecer en todas partes y a convertirse en un elemento de diferenciación. Alguna vez hablaba con un ejecutivo de Nokia en Beijing y me decía que la industria se centra cada vez más en el diseño que en las meras funciones de sus productos.
¿Por qué considera a los productos de Apple como los mejores en cuestión de diseño industrial e interfase?
Apple es una empresa muy peculiar donde todas las grandes decisiones las toma una sola persona, Steve Jobs. Esto evita los problemas que surgen cuando un producto está diseñado por varios comités que, en ocasiones, poseen intereses contradictorios. Cuando ocurre esto, tenemos que al último aparecen superpuestos dos, tres o más diseños en el producto final.
Esto implica que el papel de la ingeniería en tecnología ha cambiado...
El ingeniero fue el héroe cultural del siglo XX, sin embargo, con la llegada de la globalización y la emergencia de la tecnología de consumo en la década de 1970, el papel del diseñador empezó a hacerse más relevante, sobre todo cuando comienzan a aparecer las primeras interfases gráficas.
¿Estamos llegando a una época en la que podremos comunicarnos con las computadoras empleando sentidos como el tacto?
Existen precedentes del uso de otras formas de comunicación con las computadoras, como los guantes de datos en la década de los 80. Pero si existe una fuerza que esté moviendo en ese sentido las interfases es la enorme cantidad de información que tienen que procesar los usuarios. En un mundo donde un usuario puede tener miles de archivos para trabajar, se requieren nuevas formas de interactuar con la información.
Y la tendencia es que cada vez habrá más información disponible y que la gente querrá interactuar con ella. Es una mentira que la gente esté sobrecargada de información, la gente quiere más información. De hecho, desde cierto punto de vista, el mundo se ha llenado de monitores.
Pero tenemos cada vez pantallas más pequeñas para desplegar información, como en los celulares...
Efectivamente, uno de los retos más grandes en el diseño de interfases se encuentra en hallar una forma de desplegar más información en espacios cada vez más pequeños.
Considero que la prioridad en el desarrollo de sistemas de visualización de información estará enfocada en dispositivos móviles, ya que la cantidad de personas que usan estos dispositivos como su fuente primaria de conexión sobrepasará a quienes usan otros medios, como computadoras personales o laptop.
Incluso es posible que la forma de visualizar información cambie radicalmente en la próxima década. Con la llegada de nuevas tecnologías como la minería de datos (data mining) y sistemas automáticos de recolección de información, muy probablemente veremos interfases más sofisticadas.
¿Estaremos en un mundo donde la gente use avatares como en Second Life para comunicarse con otras personas?
En este sentido, me declaro un poco escéptico. Second Life no es más que artefactos creados por software que no agregan nada a la comunicación entre máquinas y usuarios. Puede que sea una forma de diversión (como en los juegos en línea), pero creo que la idea crecerá lentamente.
¿Qué tan fácil será que cada usuario pueda personalizar y hasta diseñar sus propias interfases?
Actualmente existe la posibilidad de cambiar algunas características en las interfases, pero siempre existirá la necesidad de tener un lenguaje simbólico común en el diseño.
¿La computadora dejará de existir como tal?
En la década de los 90 se pensaba que las computadoras se meterían dentro de las paredes y que se comunicarían con nosotros por medio de sensores en las habitaciones.
Sin embargo, vemos lo contrario, cada vez aparecen más aparatos para atender necesidades especializadas de información.
Las necesidades del mercado y la actualización de las interfases hacen que la gente cambie de aparatos a cada momento.
Así las cosas, ¿el diseñador será el héroe cultural del siglo XXI?
De hecho, ya lo es.
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